A pesar de que las personas tienen similitudes, cada uno tiene su propio mapa sobre el funcionamiento del mundo. Muchas veces cuesta creer que los demás no vean las mismas cosas como yo las veo, cada uno experimenta la vida según su mapa, su realidad. Eso no significa ser poseedor de la verdad.
Es importante resaltar que una creencia es una teoría sobre el mundo, pero no es el mundo. Le llamamos creencia porque nos convence a nosotros mismos (presuposiciones, interpretaciones…), incluso aunque nos limite.
Creencias y realidad
Esto no quiere decir que no debas defender tus creencias, pero no conviertas tus creencias en realidad. ¿Alguna vez has escuchado decir a alguna persona “La verdad es así”? A este tipo de conducta se le llama certeza psicológica, es decir, el convencimiento de que mis creencias no pueden ser falsas. ¿Te ha pasado alguna vez?
La información que recibimos de nuestro alrededor la ordenamos y después creamos significados según nuestra manera de experimentar y vivir las cosas. De esta manera creamos nuestro propio mapa, que nos permite sentirnos seguros y actuar de acuerdo a él. Por ello cuando no hallamos la respuesta, tratamos de rellenar lo imcompleto para tener un mayor control según la lógica y estrategia que hemos diseñado al crear nuestro mapa.
En los trabajos de Korzybski, encontramos que si el mapa no es el territorio ¿para qué empeñarme tanto en que los demás vean las cosas como yo?
Una de las claves de la comunicación es hacerse con curiosidad al mapa del otro. Se dará cuenta de que aun teniendo las mismas piezas del puzle que usted, sorprendentemente, componen un dibujo diferente al suyo
¿Cuánta energía y tiempo pierdo en que los demás vean las cosas como yo? Lo único que puedo hacer es cambiar yo pero no a los demás. Es un batalla perdida.
La riqueza de mi desarrollo personal y de mi comunicación reside en ampliar mi mapa a través del acercamiento y entendimeinto de otros mapas. ¿Quieres ampliar el tuyo?