¿Sabías que, según la investigadora Sonja Lyubomirsky, algunos mitos que existen acerca del concepto de felicidad son los que provocan que sea más difícil acceder a ella? Existen en nuestro pensamiento colectivo algunas ideas erróneas que provocan que nos confundamos a la hora de orientarnos para ser felices, y hoy, os desvelamos algunos de éstos conceptos. (Ya sabéis que lo que queremos es que seáis “requetefelices”.)
La felicidad es algo que está fuera y que tienes que encontrar.
Conceptos como “la búsqueda de la felicidad” nos hacen pensar que tenemos que vestirnos de Indiana Jones y salir en busca de la felicidad perdida. Pero nada más lejos de lo contrario, si tendemos a pensar que todo lo que nos sucede está decidido desde fuera perderemos por completo el control para generar aquello que nos hace felices.
Es completamente fundamenta que entendamos que la felicidad no tiene otra fuente que nosotros mismos, que somos los únicos proveedores de la misma tanto para nosotros como para los que queremos, en última instancia. Porque, al fin y al cabo, la felicidad no es otra cosa que un estado mental, una manera de percibir y entender la realidad que pasa más por ser una actitud que algo que nos es otorgado.
Hay gente que es capaz de ser feliz y otra que no.
Lo cierto es que, como hemos dicho antes, las circunstancias tienen poco que ver con lo que pasa en el exterior, pero tampoco significa que haya gente con la capacidad de ser feliz y otra que, genéticamente, no pueda. De hecho, es tan fácil como dejar de pensar así para que ésto comience a cambiar.
No vamos a negar que la personalidad no tiene una carga genética, pero no es tan determinante como para impedirnos ser feliz, siempre podemos cambiar a mejor y la mejor manera es que seamos conscientes de que tenemos la capacidad de serlo.
La felicidad depende de que cambien nuestras circunstancias.
Si esperas a que cambien tus circusntancias, o a que todo vuelva a ser como antes, entonces te va a costar muchísimo. No te decimos que te conviertas en un conformista de la vida, pero sí tienes que aprender a ser feliz con aquello que tienes.
Aquello que te hizo feliz en ése momento fue algo que sigue estando dentro de ti, por lo que, si no está ahora es porque eres tú quien no está dejándolo salir, y serás más fuerte cuando te des cuenta de la capacidad que tienes para poder controlar tus propias emociones.